En el marco del encuentro “Impulsa verde: biometano y desarrollo territorial”, celebrado en Zamora y organizado por La Opinión-El Correo de Zamora con el patrocinio de Biorig y la Diputación de Zamora, representantes del sector del biogás, el mundo académico y organizaciones agrarias coincidieron en la urgencia de homogeneizar criterios normativos, mejorar la comunicación con la sociedad y realizar un ejercicio de autocrítica para impulsar con éxito el desarrollo del biometano en España.

En la mesa de debate, moderada por Verónica de Castro, periodista de La Opinión-El Correo de Zamora, participaron Manuel Alonso, director general de Biorig; Francisco Repullo, presidente de honor de la Asociación Española de Biogás (AEBIG); Antonio Morán, catedrático de la Universidad de León; y Antonio Medina, presidente de Asaja Zamora.

Durante su intervención, el presidente de Honor de AEBIG defendió el papel del biometano como una herramienta esencial dentro de la economía circular y lo calificó como “la única energía renovable, aparte de la hidráulica, que se puede almacenar y gestionar”, en referencia a su papel estratégico frente a la volatilidad de otras fuentes y situaciones como el reciente apagón eléctrico.

Repullo recordó que el Pacto Verde Europeo y el plan REPowerEU imponen a España el objetivo de generar 4 TWh de biometano para 2030, cuando actualmente apenas se producen 0,6 TWh. Esto implica un reto mayúsculo que, en su opinión, solo será posible si se aborda una hoja de ruta unificada y se establecen criterios comunes a nivel nacional.

Uno de los mecanismos fundamentales para avanzar, según el presidente de Honor de AEBIG, será el de las garantías de origen: “Si yo puedo demostrar que mi planta es sostenible, y que además la energía que produzco es de origen renovable, me dan un certificado que garantiza como comercializadora que estoy descarbonizando”, explicó.

Francisco Repullo subrayó también la necesidad de que el propio sector realice un ejercicio de autocrítica y lleve a cabo una labor de comunicación más eficaz, capaz de conectar con las preocupaciones reales de la ciudadanía. A su juicio, se ha puesto demasiado énfasis en la generación energética sin explicar ni valorar adecuadamente las externalidades positivas del biometano, tanto medioambientales como económicas.

Otra crítica destacada fue dirigida a la fragmentación normativa, señalando que España cuenta con 17 hojas de ruta autonómicas distintas, lo que complica el desarrollo coordinado del sector. “Falta una visión nacional que unifique criterios y facilite el crecimiento sostenible del biogás”, afirmó el presidente de Honor de AEBIG.

En relación con la percepción pública del biogás, Francisco Repullo recordó que España llegó a tener 270 plantas en funcionamiento sin generar alarma social, gracias a un enfoque de diálogo previo con municipios y generadores de residuos. “Hoy hay una eclosión de proyectos y se comunica mal; antes se hacía de forma más discreta pero más efectiva”, concluyó.

Accede a la noticia completa.