El 5º Salón del Gas Renovable y el 18º Congreso Internacional de Bioenergía ha cerrado su edición más concurrida en Valladolid, con un aumento del 15% en el número de visitantes respecto al año anterior. El evento reunió a 3.980 profesionales acreditados y 250 empresas y marcas expositoras, ocupando un pabellón adicional para atender la creciente demanda. El sector del biogás y biometano en España crece con fuerza: mayor participación, nuevas tecnologías y colaboración con el sector primario.

Durante dos días, los pasillos y stands mostraron una intensa actividad, que se espera se traduzca en nuevos proyectos en los próximos meses. Según Javier Díaz, presidente de AVEBIOM, “esta edición ha sido la más participativa hasta la fecha, con nuevas tecnologías presentadas y un ambiente de confianza que demuestra que el sector inicia el deseado despliegue ordenado, con cerca de 20 plantas en operación y cientos de proyectos en sus últimas fases de tramitación”.

Por su parte, Luis Puchades, presidente de AEBIG, señaló que “el biometano confirma que es una palanca para la sostenibilidad y el sector primario en España. El Salón ha demostrado la capacidad de nuestras empresas y la necesidad de avanzar junto al campo para garantizar tanto la aceptación social como el éxito de los proyectos”.

El congreso también destacó la importancia de la aceptación social. Agricultores y ganaderos consideran que las plantas de biogás y biometano ofrecen una solución eficaz para la gestión de deyecciones y el cumplimiento de normativas ambientales, convirtiéndose en un “alivio” para el sector primario.

Actualmente, España cuenta con más de 200 plantas de biogás y 17 de biometano en operación, y más de 270 proyectos en tramitación o construcción, reflejando un crecimiento exponencial frente a 2019, cuando solo existía una planta inyectando a red. Los expertos subrayaron que las instalaciones deben concebirse como proyectos energéticos, agrarios y medioambientales, y que la innovación tecnológica y la formación de personal cualificado son esenciales para garantizar su eficiencia a largo plazo.

Las administraciones públicas coincidieron en que el biometano es un vector estratégico para la transición energética. Desde el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITERD) se anunciaron medidas fiscales y de estímulo al consumo, mientras que comunidades como Castilla y León, Castilla-La Mancha, Andalucía y Cataluña expusieron sus planes para integrar el biometano en sus estrategias energéticas.