En esta tribuna publicada en la Revista Energética 21, Luis Puchades, presidente de AEBIG, subraya el papel clave del biogás y el biometano en la transición hacia un modelo energético sostenible. Estas energías renovables, obtenidas a partir de residuos orgánicos, permiten reducir emisiones, generar empleo rural y reforzar la seguridad energética del país.

España cuenta con un gran potencial gracias a su sector agroalimentario, pero solo dispone de 16 plantas que inyectan biometano a la red, muy lejos de países como Alemania o Francia. Según Puchades, el retraso se debe a la falta de un marco regulatorio estable, incentivos insuficientes y escasa coordinación administrativa.

El biometano es compatible con las infraestructuras actuales y puede descarbonizar sectores difíciles de electrificar, como el transporte pesado o la industria intensiva. Para aprovechar esta oportunidad, España necesita legislación clara, incentivos efectivos y una apuesta política firme. El biogás y el biometano no son soluciones del futuro, sino herramientas del presente.

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